La recomendación del Ministerio de sanidad español es que en el caso de mujeres que planean quedarse embarazadas en el futuro, y dado que la vacuna frente al COVID-19 actualmente disponible es una vacuna de ARNm que no contiene virus vivos, es muy probable que no ocasione problemas en el feto ni en la embarazada. En cualquier caso, si se está planeando un embarazo, como medida de precaución, se pueden esperar 2 semanas tras la administración de la segunda dosis.
Dado que el calendario de vacunación para las mujeres en edad fértil no está completamente definido, SEF/ASEBIR considera que no está justificado posponer el deseo gestacional ni el inicio de un estudio o tratamiento de reproducción asistida incluida las donaciones de gametos.
Información completa en el boletín online de la Sociedad Española de Fertilidad.
La esterilidad es la incapacidad de conseguir el embarazo después de 12 meses de relaciones sexuales sin protección.
La infertilidad es la incapacidad de llevar un embarazo a término con el consiguiente parto.
Si usted no se ha quedado embarazada después de 6 meses a 1 año de relaciones sexuales no protegidas debe consultar al especialista. La edad de la mujer juega un papel determinante en esta cuestión. Es muy importante saber que la fertilidad de la mujer empieza a descender a partir de 35 años.
Estudios recientes en los países occidentales estiman que este problema afecta al 15%-20% de las parejas.
Sí, así es. La esterilidad afecta por igual al hombre y a la mujer. En el 25% de los casos de esterilidad habrá más de un factor que contribuye en la esterilidad de la pareja. Aproximadamente en el 15% de los casos no se puede identificar una causa de la esterilidad y se califican como esterilidad de causa desconocida.
Con los avances tecnológicos, sobre todo la disponibilidad de la fecundación in vitro, gran número de parejas estériles es capaz de tener descendencia. El porcentaje de éxito depende de muchos factores: edad de la mujer, la historia de la esterilidad, el diagnóstico, la técnica indicada, el tratamiento que se va a usar, etc. Nuestros especialistas analizarán con ustedes su caso particular.
Tanto la medicación como los procedimientos requeridos para las técnicas de reproducción asistida raramente se asocian con complicaciones. Sin embargo, algunos problemas pueden ocurrir: hiperestimulación ovárica, gestación múltiple… Nuestros especialistas tratarán con ustedes estos riesgos y lo que se puede hacer para minimizarlos.
Los estudios de seguimiento, a nivel mundial, de los niños nacidos con estas técnicas han demostrado que prácticamente tienen el mismo riesgo que la población general. Sin embargo, algunas formas de esterilidad masculina severa, donde se recurre a la técnica de ICSI, existe la posibilidad de transmitir algún defecto genético a los hijos. De allí viene la importancia de realizar algunos estudios especiales a estos varones antes de realizar la técnica.
Es un virus que se transmite mediante el contacto sexual y cuya infección es causa del cáncer de cuello de útero (cérvix), vagina, vulva y ano entre otros.
Se estima que entre el 10-15% de las mujeres fértiles en el mundo están infectadas por este virus, del que existen más de 120 tipos distintos.
La infección pasa desapercibida por la paciente al no causar ningún síntoma.
En la mayoría de las personas infectadas, el sistema inmunitario combate la infección haciendo desaparecer el virus a lo largo de los dos años siguientes al contagio. En los casos en los que la infección persiste, este virus causa lesiones en las células del tracto genital inferior (cérvix, vagina, vulva), las cuales pueden ser detectadas mediante la citología cervicovaginal.
Sí, pero existen 2 tipos de lesiones: L-SIL o lesiones de bajo grado en las que, en la mayoría de los casos, el sistema inmunitario es capaz de combatir la infección y curar las lesiones, y H-SIL o lesiones de alto grado, en las que es necesario la extirpación de la zona del cérvix dañada para evitar su progresión a cáncer, lo que se denomina conización cervical.
La realización de citologías cada 3-5 años en todas las mujeres sexualmente activas ha demostrado su eficacia en la detección precoz del cáncer de cuello de útero.
Hoy en día, existen en el mercado dos vacunas contra los tipos más agresivos de VPH. El Sistema Nacional de Salud está vacunando de forma gratuita a las adolescentes de 11-14 años, con lo que se pretende prevenir más del 70% de los cánceres causados por este virus.
No es siempre necesario. Actualmente el hecho de tener más de 35 años no es indicación de amniocentesis. Se puede realizar el cribado combinado de primer trimestre y sólo si éste es de alto riesgo realizar una técnica invasiva.
Nosotros habitualmente indicamos una biopsia corial dado que se puede realizar de forma más precoz y de esta forma disponemos antes de los resultados, con el mismo riesgo de complicaciones que la amniocentesis.
Sí, podemos realizar una biopsia corial a las 12-13 semanas y tendríamos un resultado provisional en 48-72 horas. Si no queremos realizar ninguna técnica invasiva para evitar sus complicaciones, se podría hacer una prueba en sangre materna que nos permitiría saber si su hijo tiene síndrome de Down en una semana.
Normalmente los niños pequeños son niños sanos y sin ningún problema. Para que un bebé se considere que tiene un crecimiento anómalo debe tener un peso estimado menor al percentil 10. De todas formas, aunque esté por debajo de este percentil podemos controlar que se encuentre bien mediante la ecografía Doppler y la monitorización de los latidos del corazón fetal. Si estas pruebas son normales podemos esperar y conseguir que el embarazo llegue a término.
Normalmente cualquier problema fetal no suele repetirse en los embarazos siguientes, por lo que debe estar tranquila. No obstante la realización de una ecografía de malformaciones fetales sobre la semana 20, con ecógrafos de alta resolución y ecografista experto en este tipo de ecografía, permite ver la mayoría de las anomalías fetales que podrían dejar secuelas al nacimiento o a lo largo de la infancia.
Los quistes de plexos coroideos no tienen importancia independientemente del número o su tamaño. Aunque se puede asociar a el síndrome de Edwards (trisomía 18), es bastante excepcional. Habría que realizar una ecografía detallada del cerebro y del resto del feto para descartar otras malformaciones, y si no se encuentran podemos estar bastante tranquilos, desaparecerán y no dejarán secuela.
La biopsia corial al ser una técnica invasiva tiene ciertos riesgos como los sangrados, pérdida de líquido y como más grave el aborto. Este riesgo se ha cifrado clásicamente en un 1%, pero la mayoría de estos embarazos hubieran terminado en un aborto por el problema ya existente y por el cual se indica una técnica invasiva. Realmente este riesgo, en manos expertas, es menor y los últimos estudios lo sitúan en un 0.2-0.3%. La amniocentesis tiene una cifra de pérdidas fetales similares, por lo que es preferible realizar una biopsia corial, ya que se realiza dos o tres semanas antes y sabremos de forma precoz si su hijo tiene alguna alteración cromosómica.
El test prenatal no invasivo (TPNI) es una prueba en la que se estudia la presencia de ADN fetal en la sangre materna. Este ADN en sangre materna va a tener un contenido diferente en función de si el niñ@ tiene un número de cromosomas normales o estos cromosomas están alterados. Mediante complejos análisis de laboratorio e informáticos nos permite determinar la presencia o ausencia de una cromosomopatía. Este tipo de prueba no es diagnóstica al 100% pero sí nos permite confirmar o descartar un síndrome de Down en más del 99% de los casos. En caso de que saliera un alto riesgo habría que confirmarlo mediante una técnica invasiva, sabiendo que en más del 99% de los casos tendría un síndrome de Down, al contrario que cuando realizamos una prueba invasiva por alto riesgo en el cribado del primer trimestre , en el que la mayoría de las ocasiones estamos sometiendo a un riesgo a un feto que es normal.
Es una estructura formada por el óvulo y una serie de células que le rodean preparadas para producir hormonas. Es la unidad funcional del ovario.
Es la cantidad de óvulos que contienen los ovarios de una mujer. Todas las mujeres nacen con un número determinado de óvulos y se van perdiendo, por distintos mecanismos fisiológicos, a lo largo de su vida. La fertilidad de cualquier mujer depende de la reserva ovárica, por tanto, su fertilidad disminuye fisiológicamente con la edad al ir disminuyendo la reserva ovárica.
La reserva ovárica se puede medir de distintas formas, pero las más exactas son dos: Recuento de Folículos Antrales (RFA) mediante ecografía vaginal, y la Hormona Antimulleriana (HAM) que es una analítica de sangre.
Es una condición imprescindible del endometrio (parte interna del útero) para que permita la nidación del embrión en su seno. La receptividad depende, principalmente, de un equilibrio hormonal muy preciso. También la flora bacteriana saprófita juega un papel importante. Existen varias pruebas para medir la receptividad endomerial como el grosor endometrial medido por ecografía y el nivel de hormonas, sobre todo el estradiol y la progesterona. Recientemente se desarrolló una prueba que mide la expresión de los genes de receptividad en el endometrio (ERA).
La preservación de fertilidad es toda técnica que tiene como objetivo posponer y/o evitar la pérdida de la capacidad reproductiva de una persona. Se puede aplicar tanto a varones como a mujeres. Sin embargo adquiere más importancia en las mujeres porque la capacidad reproductiva de las mujeres disminuye, fisiológicamente, mas drásticamente con la edad.
Las indicaciones pueden ser médicas o sociales. Las personas que sufren enfermedades que requieren tratamiento médico (radioterapia, quimioterapia, inmunosupresión, etc.) o tratamiento quirúrgico sobre las gónadas (ovarios y testículos) que puede afectar a su capacidad reproductiva deben ser informadas de la posibilidad de preservar su fertilidad antes de iniciar el tratamiento. Por otro lado, las indicaciones sociales afectan más al colectivo femenino ya que la fertilidad de la mujer, fisiológicamente, disminuye con la edad y en la sociedad en que vivimos las mujeres buscan su primer embarazo cada vez mas tardíamente, hasta tal punto que en algunos casos ya es demasiado tarde. Así, con la preservación de fertilidad, las mujeres pueden posponer la maternidad el tiempo que deseen.
Sencillamente es cuando tengan muy buena reserva ovárica y muy buena calidad de sus óvulos y eso es así entre los 18 y 30 años de edad.
En el varón consiste en congelar varias muestras de semen antes de ser sometido a tratamiento.
Y en la mujer se puede realizar varias técnicas en función de su edad, su situación, y la indicación de la preservación: médica o social. Pero en general se puede hacer:
- Vitrificación (congelación) de óvulos, la técnica más indicada y más practicada.
- Vitrificación (congelación) de embriones. Para eso necesariamente tiene que tener pareja masculina.
- Congelación de corteza ovárica. Esta técnica se reserva sobre todo para mujeres muy jóvenes, incluso antes de la pubertad, y cuando se realiza la preservación por indicaciones médicas.
Aunque los datos son limitados, no existe evidencia de que exista un mayor riesgo de contagio en las mujeres embarazadas ni que su evolución sea diferente a la población general. No obstante, las medidas de protección deben extremarse para evitar el contagio. Los cambios inmunológicos que se producen durante el embarazo podrían agravar los síntomas en determinadas ocasiones.
Las recomendaciones son las mismas que para el resto de la población: lavado frecuente de manos, mantener una distancia adecuada con otras personas, evitar tocarse boca, nariz y ojos, y cubrirse la boca y nariz con el codo al toser o estornudar.
Con los conocimientos actuales parece que no existe transmisión al bebé dentro del útero o con la lactancia. Sí puede haber transmisión en el contacto directo tras el parto, por lo que habría que extremar las medidas de protección cuando una mujer con coronavirus tiene contacto con su bebé durante la lactancia.
La atención al parto durante la pandemia no debe diferir de las actuaciones que se realizaban previo al inicio de la pandemia, aún cuando la paciente esté infectada por COVID-19. La presencia de un solo acompañante de su elección no está contraindicada, salvo por motivos excepcionales que determine el equipo de asistencia.
La cesárea se indicará por causas obstétricas que contraindiquen el parto por vía vaginal.
Sí, extremando las medidas de precaución como se ha comentado anteriormente.
Puede consultar el siguiente link de la OMS
Según el Royal College of Obstetricians and Gynecologist (RCOG) no existe mayor riesgo de aborto ni de malformaciones en mujeres que han padecido la enfermedad.
Otras dudas que se pueden plantear las mujeres serían las relacionadas con las relaciones sexuales o la anticoncepción durante la pandemia.
Aunque no se identificado ningún caso de transmisión mediante relaciones sexuales, es evidente que el contacto cercano durante las mismas es inevitable, y el virus se transmite fundamentalmente por fluidos respiratorios que pueden alcanzar a cualquier miembro de la pareja. También se ha identificado la presencia de virus en muestras de saliva o fecales. No se ha identificado a nivel de semen o en muestras vaginales. (Cui, P et al. Clinical features and sexual transmission potential of SARS-CoV-2 infected female patients: a descriptive study in Wuhan, China.)
La Sociedad Española de Contracepción (SEC) indica en su guía que el riesgo de embarazo en mujeres portadoras de DIU con gestágenos tipo ®Mirena es muy escaso si se prolonga el uso de este durante unos meses hasta que pueda acudir a una consulta presencial, esto sería extensible a los implantes subdérmicos. Respecto al resto de DIUs es recomendable el uso de preservativo una vez que haya caducado, aunque no es necesaria su extracción inmediata. http://enanticoncepcionvivetuvida.es/
Todas nuestras pacientes pueden contactar vía telefónica o a través de nuestro correo electrónico para solucionar aquellas consultas que no necesiten acudir presencialmente a la clínica.