El ácido hialurónico es una sustancia que de forma natural tiene y produce el cuerpo humano. Se encuentra lubricando articulaciones, en el globo ocular e hidratando la piel.

En medicina estética es un gran aliado, ya que permite moldear la cara, rellenar arrugas y mejorar la textura de la piel, todo ello con la ventaja de ser un producto que se absorbe poco a poco, eliminando riesgo de complicaciones a largo plazo, como ocurría con las siliconas y rellenos permanentes que se ponían antes.

Además, disponemos de una sustancia que lo disuelve inmediatamente: la HIALURONIDASA, que nos permite eliminarlo si fuera necesario. La duración de los efectos suele ser 12-18 meses.

La toxina botulínica es el tratamiento médico estético no quirúrgico más demandado en el mundo, tanto en hombres como en mujeres. Es la estrella no solo del rejuvenecimiento sino también de la prevención, ya que esta neurotoxina modula la actividad muscular relajando el músculo, siendo capaz de mejorar las ARRUGAS DE EXPRESIÓN y PREVENIR que éstas se queden fijas marcadas en la piel. Su duración es de 4-6 meses.

Es una sustancia que se obtiene centrifugando de la propia sangres del paciente para conseguir una fracción de plasma con una alta concentración de plaquetas. Al ser utilizado mediante micropunciones dérmicas en las zonas a tratar, el plasma rico en plaquetas estimula la producción de colágeno, elastina y tejido epidérmico, lo que se traduce en una piel joven, tersa y de mejor calidad.

Todos nuestros tratamientos faciales y corporales se realizan sin necesidad de cirugía, empleando agujas muy finas o microcánulas que hacen que resulten casi indoloros. Cuando tratamos zonas más sensibles, como la boca, aplicamos una pequeña cantidad de anestesia local o pomada anestésica para reducir al mínimo las molestias.

La mayoría de tratamientos pueden hacerse durante todo el año a excepción de los peelings que es mejor realizarlos en invierno para evitar la exposición solar intensa.